El 14 de septiembre del año pasado empezó a regir la ley que establece que toda persona mayor de 18 años que fallezca es considerada donadora de órganos, salvo que exprese en un documento que se niega a serlo. Este trámite solo lo hicieron unas 1.100 personas.
Considerando que hay 3.200.000 habitantes, unos 880.000 son menores y una minoría se niega a donar sus órganos, en Uruguay hay más de 2.300.000 donantes. Antes de la nueva ley había solo 660.000 en el registro del INDT.
En la actualidad 480 personas esperan un trasplante renal, 25 un hepático, 21 uno cardíaco y 4 de pulmón; 530 en total. Todos estos pacientes forman parte de listas de espera en las que los tiempos se demoran de cinco meses a más de tres años, dependiendo de qué órgano se trate (ver aparte).
La nueva ley ya demuestra tener buenos resultados, según sostiene Álvarez. Y, como ejemplo de esto, advierte que se hicieron 14 trasplantes renales y 6 hepáticos más en 2013. Así, se llegó a 153 trasplantes de órganos, un número algo mayor al promedio de los últimos años, en los que no se sobrepasaba la cifra de 130.
Situación límite.
"No cualquiera es un donante de órganos, comúnmente se trata de personas que tuvieron una muerte trágica", dice la directora del INDT al explicar el porqué de la resistencia de algunas familias a que los órganos de su ser querido sean utilizados en otra persona. Además, se debe tener en cuanta que este proceso se lleva adelante apenas una horas después del deceso.
"La ley fue elaborada pensando en el bien mayor. ¿Qué quiere decir esto? Que cuando el individuo deja de ser un ser humano y se convierte en lo que se convierte cuando fallece, si hay algunos órganos y tejidos que son viables, estos deben ser utilizados, porque del otro lado están los pacientes que los están esperando", explica Álvarez.
La directora advierte que en los casos que se producen enojos, que insiste en que son la minoría, se debe, casi siempre, a un desconocimiento de los usuarios sobre las familias sobre la nueva ley de donación y trasplante.
"Lo que cambian son los tiempos en el proceso. Antes se demoraba mucho al consultar a la familia. Ahora, tan solo se le informa que el fallecido tiene la condición biológica para ser donante", manifiesta Álvarez.
Los cambios.
La ley N° 18.968 establece que "toda persona mayor de edad que, en pleno uso de sus facultades, no haya expresado su oposición a ser donante por alguna de las formas previstas en el artículo 2º de la presente ley, se presumirá que ha consentido a la donación de sus órganos".
El artículo 2º advierte que la oposición a donar puede ser expresada por: inscripción directa ante el registro del INDT, al momento de afiliarse a una institución de asistencia médica, al gestionar o renovar el carné de asistencia que expide la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), al obtener o renovar del carné de salud, en ocasión del alta de internación de un establecimiento hospitalario, ante escribano público ya sea en escritura pública o por acta notarial, o ante un Juez de Paz.
La lista de espera para un trasplante de riñón es de 2,57 años. En 2013 se hicieron 115 procedimientos en Uruguay. En tanto, los de trasplante reno-pancreático, que se hicieron solo cuatro, tienen una lista de espera de 3,22 años.